lunes, octubre 22, 2007 

HEY... ¿DONDE ESTABAN LOS DEL CENSO?

Este debería ser un post para la Central de Quejas, pero en esta oportunidad he preferido dejarlo aquí.
Esperé durante las diez horas de inamovilidad y jamás llegó nadie. Como ejercicio de previsión (los periodistas debemos estar preparados para cualquier emergencia) yo ya me había censado días anteriores en el local del canal donde trabajo, pero este señor, señorita o señora voluntaria ni siquiera se dignó a tocar el timbre para preguntármelo y censar el departamento donde vivo, ni preguntar cuántas habitaciones tiene y todas las demás preguntas que a los demás les hicieron y a mi no.
No fui la única. Mis vecinos también se quedaron con los crespos hechos, esperando y esperando como tontos todo el día. Toda la bilis revuelta a consecuencia de la la inamovilidad por puro gusto. Y para añadir sabor a esta sopa de hígado molido, la energía eléctrica se cortó en el depa y mi adorado tuvo que volverse electricista en una. Yo no podía si quiera acercarme por evitar riesgos en este tema del embarazo. Además Gala había comenzado a mostrarme su vocación de malabarista y a consecuencia de esto empujó un poquito la placenta y me llevó a la clínica por una noche y toda una mañana el fin de semana pasado. Así que ahí estaba yo: Con prescripción médica de guardar cama, la indignación de saber que ni siquiera tenía servicio de delivery o bodega con cosas a la mano por si necesitaba algo y con ganas de patear la tv cada vez que veía a Renan Quispe, Jefe del Inei, en Canal N diciendo que el censo podría terminar mas temprano por la celeridad de los voluntarios... Y al voluntario asignado a mi casa jamás le vi la cara.
Mi adorado salió a trabajar esta mañana y vio que en la puerta de la calle seguía el mismo sticker despintado del censo del 2005, que a la postre, es una señal de burla, ya que entonces tampoco nadie nos censó. En en el colmo de la frescura, el empadronador del 2005 pegó el sticker, seguramente extasiado tras fumarse un troncho, beber una botella de San Pedro y alucinar cuánta gente vivía dentro y todo el rollo que hace falta para llenar los padrones.
En conclusión:
-Para el Inei existo como persona (porque me censaron en el canal) o mejor dicho, como número estadístico. Sin embargo mi adorado ni siquiera estará incluido en la pomposa cifra histórica que el señor Quispe sacará tras este glorioso acto cívico que servirá para distribuir mejor los recursos de nuestro bien amado papá gobierno. Lo mismo ocurrirá con los cuatro vecinos que tengo.
-Mucha gente me ha dicho que debo estar contenta porque ningún desconocido se metió a mi casa a husmear con quién vivo, cómo vivo y cuántas habitaciones tengo. Quizás aquellos tengan razón.
¡PERO QUE RABIA SER PARTE DEL MARGEN DE ERROR ESTADÍSTICO POR CULPA DE ALGÚN IDIOTA!!.... GRRRRR



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