miércoles, abril 05, 2006 

JIRÓN DE LA UNIÓN: CATÁLOGO DE PERUANIDAD


Alonso, el camarógrafo, y yo estábamos listos para la deliciosa aventura de caminar por el jirón de la Unión tres días y dos noches (suena a reserva hotelera). Dos días antes había insistido en el tema de hacer una crónica sobre la popular calle aprovechando la racha de éxito (en rating) de mis dos crónicas urbanas anteriores. De vez en cuando la rutina lleva a pensar que los temas se van acabando, pero cada vez que ese pensamiento peregrino asoma, recuerdo siempre que lo más importante es presentar un nuevo punto de vista, o una percepción personal y novedosa, aunque sea de un tema tratado millones de veces.

-¿Por donde quieres comenzar?, ¿Por Palacio o por la Plaza San Martín?, suena la voz atiplada de Giovanni, el chofer, en medio del tráfico de la Plaza Grau.

Respondo de inmediato y en unos cuántos minutos, Giovanni inicia la jornada con la frescura de parquear en el área de estacionamiento del Hotel Bolívar. Antes de decidir si esta sería la mejor opción, un enternado vigilante del hotel se aproxima…Uy, ya nos saca!, dije. Sin embargo, cuando estaba delante de la camioneta, sonríe y pregunta:

-Señorita Mónica: ¿Va a venir alguna manifestación por acá?, digo, para estar avisados, la gente de Ollanta es medio revoltosa…

Dos ventajas: Me ubicaba de la TV y estaba de buen humor. De pronto, me doy cuenta que estoy además frente a uno de los símbolos del pasado glorioso del jirón de la Unión, aquel edificio portentoso, estilo Art Deco, construido para alojar a las celebridades que vendrían a visitar el país con motivo del centenario de la independencia... Entonces se prendió el foquito:

-No señor, sólo estamos realizando una crónica del Jirón de la Unión y queremos comenzar grabando el Hotel Bolívar, ¿con quién tenemos que hablar?.

-Con todo gusto señorita Mónica, inmediatamente la comunico.

Así comenzó mi gira curiosa. Cuadra 10 del jirón de la Unión y nosotros grabando el panorama de la Plaza San Martín, que podía captarse desde el famoso "balcón de las promesas" de la suite presidencial del hotel. El mismo balcón que alguna vez Alan García, Alejandro Toledo, Ricardo Belmont y Carlos Manrique usaron para lucirse o para decirle a centenares de almas que harían lo indecible por ellas, que mejorarían Lima o que pagarían el dinero confiado. "El balcón de las promesas incumplidas", corregiría luego el Gerente del Hotel.

Al costado del Bolívar, el flamante Bolivarcito, pequeño bar que se precia de preparar el mejor Pisco Sour del centro de Lima. Un sorbo de un "Catedral" o Pisco Sour XXL, nos dejó listos y animados para el respectivo jironeo por las losetas aurinegras del paseo peatonal.

Abrir los ojos: el gran secreto. Mirar alrededor y encontrar los personajes. De pronto, a la entrada de la otrora famosa galería La Gran Vía, estaba un sujeto delgadísimo que sujetaba un balde con agua helada, en el que flotaban unas cuantas gaseosas "de a sol". Llevaba una túnica color marfil y había nacido en Nueva Delhi.

Se llamaba Raju, llegó al Perú como aventurero y nos contó que alguna vez tuvo 11 tiendas, seis de ellas en el Jirón de la Unión, pero que perdió todo apostando en los casinos y consumiendo cocaína. El Banco de Crédito remató una a una las propiedades que hipotecó para comprar más drogas y pasar noches enteras en "Maria Angola". Intentó e intenta aún rehabilitarse para recuperar a la esposa y dos hijos peruanos, lo único bueno que le ha quedado tras aquella vida licenciosa. Me mira y no parece un hombre atormentado. Me simpatiza, porque parecemos del mismo equipo: a pesar de los tiempos malos sonríe, pero la procesión la lleva por dentro y las penas las somatiza: en sus tiempos de gloria pesaba 88 kilogramos, hoy su cuerpo se pierde en la túnica.

María Jacinta nos está mirando, mientras hacemos las tomas finales a Raju. Dice que lee cartas, que Dios le ha dado ese don. Cuenta que era cocinera en el Templo de las Nazarenas antes de descubrir su destino de cartomántica. Entonces Alonso le pide pruebas de sus habilidades. Sobre una de las papeleras del Jirón de la Unión María Jacinta me pide una pregunta: Le digo ¿Voy a viajar o no? (es un decir, nada más: los periodistas viajamos constantemente). Ella arruga la frente, cierra los ojos y predice:

-Vas a ir a la frontera: Chile... no, Tacna, si a Tacna te vas a ir, eso es lo que veo.

Minutos después María Jacinta "predecía" el triunfo de Toledo para los próximos comicios. De nada nos valió explicarle que Alejandro Toledo era el actual Presidente y que no estaba postulando para las elecciones, ella seguía en sus trece: que Toledo, que esa era la revelación que había recibido....Cada loco con su tema dije entonces, pero lo más curioso fue llegar a la oficina por la noche y encontrarme con mi Productor Ejecutivo diciendo: Mónica, te vas a Tacna este domingo, ida y vuelta... ¿Qué cosa? le dije turbada, mientras pensaba en esa vieja frase que dice que "Dios escribe en renglones torcidos"... puede ser, cada día me convenzo más que al mundo no hay que encontrarle lógica.

Mañana, la segunda parte de esta historia detrás de la historia.

domingo, abril 02, 2006 

EN HONOR A “MY SPACE”


Antes de comenzar a postear sobre lo actual comenzaré rindiendo homenaje a mi olvidado espacio de MSN Messenger. Aquí uno de esos posts, uno que, si bien representó mi estado de ánimo en un determinado momento, está en el rubro de lo que podría llamar atemporal y representativo.
DAMN HI5
Me enteré de su existencia el día en que un amiga de la universidad me invitó a esta orgía de vanidades. El maldito Hi5 tenía apariencia de inofensivo mensajito en mi Inbox de Hotmail, esperando angustiado una señal de interés. Cuando por fin ingresé a la página, o fui, más bien devorada por las fauces de otra criatura más del consumismo, me imagino ahora luces y sonidos similares a los que provocaban el paso de la bolita inquieta de los primeros juegos de Pinball. Un miembro más de esa comunidad virtual, un punto más a este juego inacabable.

No fue difícil integrar amigos al network. Medio Lima, al menos la mitad de los peruanos de clase media entre los 20 y los 30 años de edad está en el HI5, todos ellos orgullosos de este ejercicio de envanecimiento, compartiendo sus gustos más poseros y las fotos con sus mejores ángulos.

HI5 es también un espacio para conocer a los amigos de tus amigos y sentirte feliz de que todos los que sonríen e intentan en vano ser “originales” pertenecen a ese universo variopinto de tu entorno. Cuando por fin me hice miembro, me di cuenta que tenía apenas dos docenas de amigos, mientras otros ostentaban hasta más de cien. Un sentimiento de inferioridad rondó mi mente, el primer síntoma estaba llegando. El mounstruo comenzaba a devorarme.

Un buen día recibí mi primer mensaje vía HI5. Era un muchachito coqueteando. Nueva experiencia, un mundo por explorar. Aquello me impulsó a caminar por los pasadizos de aquella comunidad virtual, que me supo a edulcorante con decoración de Slang de colegio.

Qué encontré?. Centenas, miles de niñitas presumiendo de sexys en fotografías que parecían sacadas de catálogos de ropa. Profiles en los que dichas niñas alardeaban de vagancia absoluta, de ausencia de neuronas, o rebeldía barata, porque, como siempre, está de moda ser radical, o al menos parecerlo. Para sentirse viva en el HI5, es casi perentorio para algunas lucir un tufillo de : a mi que chu.. los esquemas de este mundo aburrido… y más bla bla bla con la fotito esa del mejor ángulo de piernas o el escote a lo Pamela Anderson.. Todo esto sumado a testimoniales y “fives” con los infaltables: “tas bien girl”, de babeantes admiradores, muchas veces desconocidos o los dulcísimos comentarios entre amigas que se “aman incondicionalmente”.

Cual reality barato encontré en los testimoniales fallidas declaraciones de amor y líos de pareja lucidos con poca dignidad (cabe destacar que cada testimonial debe contar con la autorización previa de quien lo va a recibir). También hallé exagerados lugares comunes con un nuevo lenguaje de esta generación: Ya no es amiga si no amis o amita. Ya no es bueno, sino weno. Está de moda decirle al amigo que no te gusta que es un churrazo y al que te gusta que es un chico sincero y que siempre puede contar contigo… Ese lenguaje ni fu ni fa, ese “si, pero no” de clásica limeña, heredado desde tiempos de la tatarabuela. ¡Como pesan los genes!.

Y los patas,,, ah, los patas. Hay de todo. Muchachitos eternamente “single” , tratando de agarrarse hasta el palo de escoba. Estos tipos suelen ser divertidos, escribir mensajes por Hi5 y comentarios a las fotos de chicas desconocidas. Están en todas y coleccionan a las más cool en su network.

Otros, más romanticones ponen la foto de la enamorada, como indiscutible muestra de fidelidad. Sin embargo, he conocido de aquellos que aún colgando la picture del supuesto amor de su vida, usan más bien este detalle como parte del floro de muchacho templado, pero incomprendido, que se puede escuchar en varios bares de Lima, frente a compasivos rostros femeninos. Ojo chicas: tener cuidado con los que ponen en los testimoniales dedicados a sus enamoradas o novias: “Te quiero, no lo dudes”… eso significa justamente que aquellas DEBEN DUDARLO, ¿sonaré muy cínica?.

Finalmente el HI5 no es más que el espacio que llena a quienes necesitan mostrarse y demostrar. Responde a esa querida y milenaria necesidad de establecer un ritual para que otros sepan que existimos, que somos importantes, que tenemos algo que compartir para el mundo y que nos gustaría que otros lo aprecien, así sean mentiras o poses. La diferencia deriva en qué es lo que precisamente queremos mostrar. Estoy en HI5 y me encanta revisarlo de vez en cuando para divertirme analizando ciertos modismos y conductas cada vez más inclinadas al consumismo. Encuentro que hay mucho de conducta adolescente en este juego, pero me he sometido a él, encantada, pero consciente del tamaño de las fauces de este mounstruo descomunal del mundo virtual.
-Publicado en My Space Oct 2005

 

CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS…

…Y los buenos augurios de mis amigos bloggers me lanzo a la aventura de labrar una bitácora con fragmentos testimoniales de lo que vivo a diario en esta fascinante carrera que es el periodismo. Caminar por las calles de Lima, las de alguna ciudad del Perú y eventualmente una que otra del mundo, es el ejercicio ideal para quien, como yo, tiene curiosidad compulsiva por todas las formas de vida del planeta, sobre todo la humana. La información es amplia, pero el tiempo en televisión, insuficiente para contar todo lo vivido. Por eso la necesidad de intentar convertir en relatos, lo que siento en la piel en este ejercicio de exploración diaria. Bienvenido el que quiera convertirse en testigo de estas andanzas.

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