SOLO CUENTA EL AMOR...O la carta de un amigo, que me alegró el día
Esta mañana recibí en mi correo una carta comunitaria como las que escribe con cierta regularidad a un grupo de amigos. Un mensaje acompañado de algunas fotografías recientes. Esta particularmente me enterneció mucho.
Es Wolfgang junto a José Patrick, el motivo de su expulsión del clero. ¿A quién se le ocurriría llamarlo "fruto del pecado" o alguna de las barrabasadas que se imprimieron en pasquines trujillanos cuando sucedieron los hechos?.
Lo cierto es que Wolfgang rompió la regla del celibato, instituida por la Iglesia Católica con el fin de preservar sus tan jugosos bienes y asegurar de que estos no sean materia de demanda penal, ni de herencias, ni nada de esas cosas legales que tanto les asustan a los señores del riquísimo Vaticano. Es verdad que el entonces sacerdote diocesano juró algo que no cumplió luego, pero es verdad también que él apoyó activamente una causa reconocida de miles de sacerdotes que a diario y en silencio, se esfuerzan para que la curia reconozca el derecho de enamorarse y formar familias con principios cristianos. Es cierto también que Wolfgang vino al Perú tras haber reconocido un romance anterior en Alemania, lo que lo impulsó a la lucha contra el celibato. Sin embargo, su exilio de Alemania no lo hizo "recapacitar" como lo pensarían sus superiores de la diócesis de Würzburg.
En el 2003 lo nombraron párroco del distrito de La Esperanza en Trujillo y en el 2004 conoció a Susana Zambrano, con la que inició poco a poco una relación sentimental clandestina que terminaría una y otra vez por los confictos a los que se veían enfrentados sus enamorados protagonistas. En julio de 2005 la muchacha, de 33 años quedó embarazada y Wolfgang decidió renunciar al clero en plena misa, ante sus fieles, quienes conocieron de la decisión, antes que sus superiores. No calló, como lo hacen cientos o quizás miles de sacerdotes que mantienen romaneces e hijos en la clandestinidad. El Padre Amadeus enfrentó luego el repudio instantáneo de la jerarquía eclesial y la imposibilidad de un permiso para el matrimonio religioso. Sin embargo, cuando lo conocí a raíz del reportaje que hice sobre el tema, Wolfgang, que entonces frisaba los 51 años, emanaba una energía impresionante y la confianza de que Dios no lo consideraba infiel, como lo hacían sus dizque representantes en la tierra. Susana, quien aún se considera católica, tampoco se arrepiente de este amor. Aquí una fotografía de ella con el bebé.
La orgullosa familia vive enTrujillo, aunque Wolfgang viaja frecuentemente a Alemania en busca de fondos para sus causas sociales.
Wolfgang cuenta mucho más en su carta. Dice que acaba de terminar un libro llamado "Sólo cuenta el amor", que es un resumen de sus memorias en los últimos años y donde obviamente, contará el episodio de su romance con Susana y su dimisión al sacerdocio. Señala que será publicado en Alemania en estos días y que problemente en el Perú a fines de Junio, editado por un tal William Guillén, de Cajamarca. Con mucho más entusiasmo relata también que Susana acaba de hacerse una prueba de embarazo y que será padre por segunda vez, algo que me ha alegrado mucho.
Etiquetas: Vidas ajenas