La mejor juerga del centro de Lima
Yacana es el lugar que, en mi opinión, pasa la mejor música de la ciudad. Es un espacio de leyenda para los amantes de la onda ochentera, sobre todo New Wave y el point obligado para quien se nutre del extraño encanto salvaje del Centro de Lima.
(Every day is like Sunday... every day is silent and grey)
Las luces del lugar se mezclan a lo lejos con las lámparas nocturnas de la Plaza San Martín y quienes esperan en la puerta, en pleno jirón de la Unión, parecen sacados de todas partes y de todas partes son también quienes juerguean, toman chela y vuelven al lugar todas las semanas. New progre sanmarquinos, poetas malditos de Quilca a quien nadie lee aún, uno que otro vampiro, clasemedieros que no visten de negro, periodistas, chicos bien que odian la pachanga de Aura y unos cuantos tíos y tías de cuarenta y más. Esta es la variopinta fauna que sube por el maltrecho ascensor que lleva al bar, que paga las cinco lucas de la entrada y que ocupa sus mesas de madera y baila en medio del salón oscuro que, cerca del cielo raso, tiene entre otros, un afiche de Ocean Blue posando delante de Machu Picchu.
(La luna llena sobre París...ha transformado en hombre a Denis. Rueda por los bares del bulevard..se ha alojado en un sucio hostal..)
Aunque la barra está decorada con infinidad de botellas de licor a medio llenar (si, soy de las que nunca ve botellas medio vacías) casi todos toman cerveza en la nunca delicada medida de 620 ml. Quizás por eso, a unos cuantos centímetros se retuerce impaciente la última chica de la larga cola del baño de mujeres, aquel que mi amiga Darling podría calificar como un "na que ver" porque adentro es imposible encontrar papel higiénico... y no es porque el local no lo tenga, sino porque el diminuto y distraido empleado que lo reparte a las chicas casi nunca está en su puesto.
(You spin me right round, baby right round like a record, babyRight round round round...)
Mientras la gentita fuga al sur como inalterable rutina los viernes por la noche, los yacaneros de todos lados derraman sudor en la pista de baile de este bar, donde casi todos han bailado solos alguna vez. No es necesario decir que en la puerta a nadie le importa si eres socio, si traes zapatillas o eres del color adecuado. Tampoco es un antro para "el resto del mundo" que se rebela contra los usos de los bares y discotecas fashion-pachanga. Aquí la cosa es franca y directa: te gusta la música ochentera que va más allá del pop repetitivo de Oxígeno, Zeta y demás... por eso te sientes cómodo, punto.
Pero eso si: sería mucho mejor si tomaran atención al servicio al cliente... Quizás los dueños piensan que un Yacana mas limpio y con mejor atención quebraría.... Yo considero que eso, simplemente, es un prejuicio.
(Every day is like Sunday... every day is silent and grey)
Las luces del lugar se mezclan a lo lejos con las lámparas nocturnas de la Plaza San Martín y quienes esperan en la puerta, en pleno jirón de la Unión, parecen sacados de todas partes y de todas partes son también quienes juerguean, toman chela y vuelven al lugar todas las semanas. New progre sanmarquinos, poetas malditos de Quilca a quien nadie lee aún, uno que otro vampiro, clasemedieros que no visten de negro, periodistas, chicos bien que odian la pachanga de Aura y unos cuantos tíos y tías de cuarenta y más. Esta es la variopinta fauna que sube por el maltrecho ascensor que lleva al bar, que paga las cinco lucas de la entrada y que ocupa sus mesas de madera y baila en medio del salón oscuro que, cerca del cielo raso, tiene entre otros, un afiche de Ocean Blue posando delante de Machu Picchu.
(La luna llena sobre París...ha transformado en hombre a Denis. Rueda por los bares del bulevard..se ha alojado en un sucio hostal..)
Aunque la barra está decorada con infinidad de botellas de licor a medio llenar (si, soy de las que nunca ve botellas medio vacías) casi todos toman cerveza en la nunca delicada medida de 620 ml. Quizás por eso, a unos cuantos centímetros se retuerce impaciente la última chica de la larga cola del baño de mujeres, aquel que mi amiga Darling podría calificar como un "na que ver" porque adentro es imposible encontrar papel higiénico... y no es porque el local no lo tenga, sino porque el diminuto y distraido empleado que lo reparte a las chicas casi nunca está en su puesto.
(You spin me right round, baby right round like a record, babyRight round round round...)
Mientras la gentita fuga al sur como inalterable rutina los viernes por la noche, los yacaneros de todos lados derraman sudor en la pista de baile de este bar, donde casi todos han bailado solos alguna vez. No es necesario decir que en la puerta a nadie le importa si eres socio, si traes zapatillas o eres del color adecuado. Tampoco es un antro para "el resto del mundo" que se rebela contra los usos de los bares y discotecas fashion-pachanga. Aquí la cosa es franca y directa: te gusta la música ochentera que va más allá del pop repetitivo de Oxígeno, Zeta y demás... por eso te sientes cómodo, punto.
Pero eso si: sería mucho mejor si tomaran atención al servicio al cliente... Quizás los dueños piensan que un Yacana mas limpio y con mejor atención quebraría.... Yo considero que eso, simplemente, es un prejuicio.
Etiquetas: vida intensa, Yo opino
una recien mami que se juerguea? jejeje, es un buen concepto, saludos
Posted by
Imberbe_Muchacho |
6:07 p. m.
Bueno, en realidad he ido varias veces al Yacana, aún antes de embarazarme. Quería escribir esto hace tiempo. La última vez que fui fue el día del Pisco Sour, una de mis pocas salidas. Galita quedó en buenas manos esa noche.
Posted by
monich |
6:17 p. m.
musica ochentera... una de mis mejores juergas (que incluia baile desde luego) fue con pura musica ochentera en el viaje de promo
y me gusta mas la musica de los ochentas que el reggaeton y demas vainas que ponen ahora, aunque cuando dan ganas de bailar no queda otra que complacerlas
besos!!!
Posted by
Jocho |
8:26 p. m.
Mamacha,
Me encanta la descripción que haces del antro,creo que me va a gustar mucho cuando lo conozca.
Allan me ha hablado varias veces del lugar pero hasta ahora no pasamos del Munich,ja,ja,ja,ja.Será motivo para armar una pequeña excursión cualquiera de estas noches con el grupete de rigor.
Un abrazo
Schatz
Posted by
schatz67 |
9:30 p. m.
Aparte de los bares de antaño, Yacana fue uno de los primeros que apostó por el centro y hoy, hay varios huecos en la Plaza San Marín y alrededores. Somos Yacana uno de estos días. A Schatz lo llevo al Munich porque la música que tocan es de su "belle èpoque" jajaja.
Besos.
Posted by
El perro andaluz |
11:08 a. m.
Aparte que de cuando en cuando hay en Yakana exposiciones de pintores jóvenes y todo eso!
Posted by
Dinorider d'Andoandor |
10:53 p. m.
Jajaja. ¡Es q todo el mundo sabe de mi trauma con los baños públicos! Te juro que lo he superado bastante, ahora suempre cargo conmigo un paquete de clinex ;)
Posted by
viajera |
5:07 p. m.
He ido muchas veces al Yakana porque hay que reconocer que la música es buena; sin embargo, creo que ya no me gusta como antes... hay algo en el ambiente que cambió y aún no logro descifrar qué es... mmmm, sigo pensándolo aún.
Posted by
Marjorie |
8:40 p. m.