FELICIDADES AMIGO DISTANTE
Nos conocimos en 1992 y entonces, como ocurre cuando conoces a alguien que te cae super bien, prometimos estar en comunicación constante. El proyecto epistolar fue un fracaso: no porque odiara escribir, sino porque detestaba el trámite de ir a la oficina postal, prefería coger el teléfono, pero jamás habían horas adecuadas para un chico inglés que prefería estar en la biblioteca, antes que en la pensión de casa ajena donde vivía.
Y como solía ser común en una época donde todavía no habían correos electrónicos, nos dejamos de contactar a los 9 o diez meses. Cada uno caminó como pudo derechito hacia sus ideales. Comencé en televisión, mientras él terminaba la carrera y conseguía algunos trabajos independientes.
Lo recordaba con su cámara fotográfica, mirando todo con curiosidad, apurando su proyecto de tesis sobre la libertad de Prensa en el Perú y de pronto me pregunté si finalmente había terminado seducido por algún otro país latinoamericano y cuál pudo haber sido aquel. Cuando lo encontré por internet tuve la respuesta: se había afincado en la convulsionada Venezuela y estaba comenzando a disfrutar su vida como reputado periodista internacional.
Desde entonces hemos tenido una comunicación eventual, pero bastante cálida. Las cosas eran distintas, el Hotmail, el Messenger, el Skype y demás chucherías de internet hacían que todo fuera mas fácil. Lo curioso es que entonces él siempre parecía apurado en el mundo virtual y prefería de vez en cuando llamarme por teléfono, como lo hacía yo a principios de los 90s.
El chico inglés que adoraba The Clash tanto como el café, que bailaba las canciones de Niche más con entusiasmo que con gracia, que había preferido mudarse de Miraflores al centro de Lima y que soñaba en grande, era ahora un profesional centrado, objetivo hasta el tuétano, que había aprovechado su inteligencia, así como su eterna y sana terquedad para ascender rápidamente en el mundo de los comunicadores extranjeros responsables -y hasta perseguidos- en Chavezlandia. Me encantaba que me cuente de sus super contactos, de sus investigaciones yo sentía -y siento- una gran satisfacción de tenerlo como amigo.
Ahora está inmortalizado en esta bitácora porque acaba de contarme que se casó y siento la noticia narrada con inmensa felicidad. El reto de formar una familia es grande, pero estoy segura de que la chica es estupenda y se conocen profundamente. Soy feliz por él además pues está afrontando con entusiasmo esta nueva etapa, en un país diferente de residencia (también en latinoamérica) y con una exitosa carrera de consultor y periodista freelance. Han pasado 15 años desde que lo conocí y aquí estoy yo, a miles de kilómetros viviendo también una etapa crucial en mi propia existencia. La distancia puede ser ingrata a veces, pero es riquísimo que exista el correo electrónico para recordarme que gracias a internet es posible compartir este cúmulo de emociones gratas y positivas con la gente especial que pasa por mi vida dejando una huella imperecedera. Felicidades amigo, haz feliz a tu esposa y que los éxitos continúen: que tu sangre fiera de periodista valiente, tu brillante astucia y tu impresionante poder análitico sigan luciéndose en tus artículos.
Y como solía ser común en una época donde todavía no habían correos electrónicos, nos dejamos de contactar a los 9 o diez meses. Cada uno caminó como pudo derechito hacia sus ideales. Comencé en televisión, mientras él terminaba la carrera y conseguía algunos trabajos independientes.
Lo recordaba con su cámara fotográfica, mirando todo con curiosidad, apurando su proyecto de tesis sobre la libertad de Prensa en el Perú y de pronto me pregunté si finalmente había terminado seducido por algún otro país latinoamericano y cuál pudo haber sido aquel. Cuando lo encontré por internet tuve la respuesta: se había afincado en la convulsionada Venezuela y estaba comenzando a disfrutar su vida como reputado periodista internacional.
Desde entonces hemos tenido una comunicación eventual, pero bastante cálida. Las cosas eran distintas, el Hotmail, el Messenger, el Skype y demás chucherías de internet hacían que todo fuera mas fácil. Lo curioso es que entonces él siempre parecía apurado en el mundo virtual y prefería de vez en cuando llamarme por teléfono, como lo hacía yo a principios de los 90s.
El chico inglés que adoraba The Clash tanto como el café, que bailaba las canciones de Niche más con entusiasmo que con gracia, que había preferido mudarse de Miraflores al centro de Lima y que soñaba en grande, era ahora un profesional centrado, objetivo hasta el tuétano, que había aprovechado su inteligencia, así como su eterna y sana terquedad para ascender rápidamente en el mundo de los comunicadores extranjeros responsables -y hasta perseguidos- en Chavezlandia. Me encantaba que me cuente de sus super contactos, de sus investigaciones yo sentía -y siento- una gran satisfacción de tenerlo como amigo.
Ahora está inmortalizado en esta bitácora porque acaba de contarme que se casó y siento la noticia narrada con inmensa felicidad. El reto de formar una familia es grande, pero estoy segura de que la chica es estupenda y se conocen profundamente. Soy feliz por él además pues está afrontando con entusiasmo esta nueva etapa, en un país diferente de residencia (también en latinoamérica) y con una exitosa carrera de consultor y periodista freelance. Han pasado 15 años desde que lo conocí y aquí estoy yo, a miles de kilómetros viviendo también una etapa crucial en mi propia existencia. La distancia puede ser ingrata a veces, pero es riquísimo que exista el correo electrónico para recordarme que gracias a internet es posible compartir este cúmulo de emociones gratas y positivas con la gente especial que pasa por mi vida dejando una huella imperecedera. Felicidades amigo, haz feliz a tu esposa y que los éxitos continúen: que tu sangre fiera de periodista valiente, tu brillante astucia y tu impresionante poder análitico sigan luciéndose en tus artículos.
Etiquetas: vida intensa, Vidas ajenas
Bendita red, bendita felicidad.
Un beso.
Posted by
El perro andaluz |
10:07 a. m.
Que bueno tener noticias de lso amigos atraves del tiempo... tb he encontrado algunos, algunas ex's y sobre todo amigos que me alegra saber que les va muy bien.
Slaudos.
Posted by
Dragón del 96 |
1:22 p. m.
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Posted by
Anónimo |
7:28 p. m.
Tan importante como volver a saber de la gente que se nos perdió en el "espacio-tiempo-histórico" es constatar que les va bien y que son felices.A mi me ha tocado reencontrarme a mucha gente en estos ultimos meses y creo que ese es el leit motiv de este año que ya se esta empezando a acabar:el año de los felices reencuentros.
Un abrazo
Schatz
Posted by
schatz67 |
9:48 p. m.
Lo importante es mantener la comunicacion aunquesea eventual no??? y nunca olvidarnos de aquellos amigos...
Posted by
Renato |
8:56 a. m.